Aproximadamente un 25% del consumo eléctrico deviene de la iluminación, un 40% de la calefacción central, un 20% del agua caliente sanitaria y el resto de otras partidas puntuales.

 

La suma de pequeños detalles contribuye a rebajar la factura eléctrica. Entre otros, la utilización de bombillas de bajo consumo, evitar tener las luces encendidas durante el día en zonas con suficiente luz, seleccionar la tarifa más conveniente y ajustada a las necesidades reales de la Comunidad revisando, a su vez, la potencia contratada, sin olvidar que mantener limpios los sistemas de iluminación también ayuda a disminuir los costes de consumo al generar más luminosidad.

 

Muchas Comunidades ya han procedido a instalar detectores de presencia para zonas especialmente transitadas colocando además sistemas de temporarización para que las luces se apaguen en el tiempo que se determina evitando que queden innecesariamente encendidas.

 

El color de las paredes de las zonas comunes también es otro factor a tener en cuenta recomendándose los colores claros y/blancos.

 

En resúmen,la suma de pequeños detalles siempre resulta favorable para disminuir el gasto de energía con la  consiguiente repercusión en los vecinos y en la Comunidad, sin olvidar que cada vecino debe ser consciente tratando de colaborar con su actitud y comportamiento tomando conciencia de que cualquier medida que se adopte para el bien de la Comunidad va a tener una consecuencia favorable para el conjunto de los vecinos.

 

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